viernes, 6 de julio de 2012

Marcas en la vida

La vida es caprichosa. En un intervalo de tiempo pequeñísimo ha decidido acabar con un par de etapas en mi vida, de un plumazo y sin mediar palabra. No hay vuelta de hoja.

¿Has pensado alguna vez en que la vida sea algo así como una puerta? La abres a quien quieres, se cierra a los demás si no deseas enseñarla, sufre con los golpes que le dan, a veces se mueve al gusto de alguien, ve a mucha gente pasar por delante suya... Y también es frágil a los agentes externos.

De eso me di cuenta al retirar una pequeña placa con sus respectivos nombrados y que estaba colocada en la puerta principal de una casa que ya forma parte de la historia, mi historia. Se veía de manera muy nítida que ahí había habido algo durante muchos años.

Quizás la vida sea igual. Cinco años con sus febreros, sus junios y sus septiembres, incluso sus diciembres. Con sus cenas de Navidad, de fin de curso y alguna que otra barrilada. Alrededor de 1827 días inmersos en una carrera que ya ha visto la meta. Una competición en la que se ha tenido como aliados a una pequeña cantidad de gentecilla que ha moldeado, más o menos, la vida de uno mismo, siempre hasta donde se les ha querido permitir, claro está.

Aquí acaba todo. En nuestras vidas, como en aquella puerta, quedarán marcadas muchas vivencias, risas, enfados, chistes, tonterías, discusiones, trabajos, sinsabores o deseos frustrados... imposible enumerar más. Todo ello nos ha formado, y no digáis que no, nos ha cambiado. Ninguno será igual de como entró, principalmente porque se entra con 18 y se sale con 23, casi nada.

Esta ha sido la última cena, la última salida, y quien sabe, quizás la última vez que nos veamos. Es hora de mirar al futuro, y aunque el panorama no sea alentador, hay que echarle tanto valor como a un examen de TI o de Estructura habiendo estudiado únicamente el día antes, no queda otra.

Y al final, después de todo, se les echará de menos... En definitiva, compañeros, un placer haber compartido con vosotros este viaje que aquí tiene su punto y final.

Hasta luego y hasta siempre; recordad, Salud y Buen Viaje.


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