domingo, 7 de noviembre de 2010

La BIACS convertida en TRIACS - Práctica de clase

La Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla se ha visto obligada a prorrogar hasta finales de 2011 la exposición prevista para octubre del presente año por falta de fondos que hacen peligrar la existencia de la exposición.

Tras varias semanas de rumores y declaraciones varias, finalmente la Fundación Biacs se ha visto obligada posponer hasta finales de 2011 la fecha prevista para la celebración de la cuarta edición de la Bienal, prevista a priori para octubre de 2010, momento en el que el carácter de bienal tomaría el sentido estricto del término, al hacer dos años que se celebró en Sevilla la última exposición de arte contemporáneo.

Éste no ha sido el primer cambio en fecha que la cuarta edición de la Biacs ha sufrido, ya que la supresión en 2009 del patrocinio recibido desde una fundación de Abu Dhabi, uno de los principales ingresos económicos de la exposición, hizo que a finales de 2009 la organización decidiera atrasar unos meses la celebración de la nueva edición. De este modo la Fundación decidió organizarla en abril de 2011 para hacerla coincidir con ARCO, la feria de arte contemporáneo de Madrid, aprovechando el público internacional que pudiera acudir a la capital española.

Si bien es cierto que en su primera edición hace seis años el balance económico y de visitas llegó a ser muy positivo y esperanzador, pese a que esta primera edición estuviera a punto de suspenderse, la situación de la economía actual han sacado a la luz problemas monetarios. De este modo la Bienal ha visto como las deudas arrastradas desde sus ediciones anteriores, principalmente impagos de sueldos y proveedores, sumados al elevado coste de la exposición en su tercera edición en 2008, cuyo coste final dio como resultado un déficit difícil de solventar han atado una soga al cuello a los organizadores de la Biacs.

Los desmanes en los costes de organización unidos a la retirada de patrocinios, a la falta de nuevos patrocinadores, tanto nacionales como extranjeros, y por último al anuncio de Paulino Plata, consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, de la retirada de la subvención de 500.000 euros que la consejería que él preside otorgaba desde 2004, hace que el problema de fechas sea un pequeño problema para la organización, ya que a día de hoy peligra la existencia de la Fundación Biacs si no encuentran urgentemente nuevas subvenciones o patrocinios.

Pero esta noticia no viene más que a asegurar algo que el propio Paulino Plata ya avisó en diciembre de 2009. En palabras del consejero la Consejería de Cultura iba a replantearse la subvención facilitada a la Biacs para su nueva edición, no asegurándole en ningún momento el apoyo económico, al menos de la misma cantidad que hasta ahora, ya que los recortes presupuestales le hacían dudar. Si en aquel momento sólo era un aviso y una posibilidad, ahora mismo es un hecho. La Junta de Andalucía no apoyará de ninguna forma la cuarta edición de la Bienal, ni económicamente, ni con la cesión del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en la Isla de la Cartuja, lugar en el que se había venido celebrando las tres ediciones anteriores. Por tanto la Consejería únicamente apoyará a la Biacs de manera institucional.

La contraposición la encontramos en el Ayuntamiento de Sevilla, quien en boca de la delegada de Cultura, Maribel Montaño, ha ratificado el apoyo incondicional a la exposición de arte. El Ayuntamiento de Sevilla se ha comprometido con la Fundación Biacs a la aportación de 300.000 euros, más otros pequeños aportes económicos en torno a los 10.000 euros que ya están siendo recibidos para sufragar gastos varios. Pequeños aportes económicos que en un primer momento no estaban previstos para el Consistorio, pero que según Maribel Montaño son totalmente necesarios para la debida organización y puesta en marcha de la próxima edición. Por otro lado también ha ofrecido distintas alternativas como posibles sedes de la exposición al no tener asegurada la principal sede en la Isla de la Cartuja, estas posibles sedes serían el Convento de San Clemente, el Convento de Santa Clara, e incluso, algunos lugares públicos que dotarían de otro aíre a la Bienal, llevando el arte a lugares muy concurridos de la ciudad de Sevilla como la Plaza Nueva, la Plaza de San Francisco o la recién restaurada Plaza de España.

De este modo la Fundación Biacs se encuentra rodeada por distintos problemas derivados principalmente de la falta de apoyo económico, siendo un mal menor el que la Bienal haya pasado a ser una trianual, y siendo el mal mayor una posible desaparición de la exposición. Es hora de que los organizadores se replanteen varias cosas en torno a la exposición: en primer lugar si es necesaria realizar cada dos años una magna exposición de arte contemporáneo en Sevilla, en segundo lugar si es precisamente esta bendita ciudad, en la que lo moderno triunfa poco y sirva como ejemplo la polémica que gira alrededor de la construcción de la Plaza de la Encarnación, el lugar más idóneo para celebrar un acto de tal calibre y magnitud, y en último lugar, cómo y cuánto aporta a la ciudad que esta exposición se celebre aquí, y cuánto se lleva económicamente para su celebración.

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